«A lo que te resistes persiste, lo que aceptas te transforma» (proverbio budista).

Aceptar es comprender que las cosas son como son; la vida es como es. Aceptar no es resignarse. Cuando me resigno me detengo, no me esfuerzo y caigo en un pozo de abandono de mi mismo. Las fuerzas flaquean y todo parece imposible. Resignarse es dejar de dar lo mejor de mi mismo.

Cuando acepto me comprometo, tomo mi responsabilidad con alegría. Ya no espero que nada ni nadie haga mi trabajo por mi, soy el responsable de mi propia vida.

«El Laberinto de la Tía Mara» http://anamonda.com/el-laberinto-de-la-tia-mara-sinopsis/

Tu opinión es importante para mí. Por favor, escribe un comentario.

Gracias.

Ana Montero del Amo http://anamonda.com