Vivo en mi casa número 26, es decir, he vivido en 25 domicilios diferentes. Gracias a ello, antes de acudir a un recuerdo de mi memoria, me sitúo en el lugar donde residía en ese momento. Es algo parecido a un ordenador, cuando abro una de esas ventanas aparece la información casi de inmediato. Obviamente con el paso del tiempo, algunos recuerdos se borran para no sobrecargar el cerebro, es decir, la memoria tiene que borrar información para almacenar nuevos recuerdos. Aún así, a mis 55 años, siento una gran alegría por poder recordar tantas cosas, gracias a este sistema de ventanas que mantiene mi memoria en veintitantos archivos. Gracias a estos recuerdos, me inspiro para mis historias y mis personajes.
«El laberinto de la Tía Mara» http://anamonda.com/el-laberinto-de-la-tia-mara-sinopsis/
«La Primera Ventana» http://anamonda.com/49291-2/
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Ana Montero del Amo http://anamonda.com